En desagravio por los ultrajes padeció la Iglesia en tiempos del General Francisco Morazán, cuando muchos cálices y custodias de plata fueron convertidas en armas, en 1843 el General Rafael Carrera declaró a la Virgen del Rosario como "Patrona de Armas del Estado de Guatemala." Para celebrarlo ordenó que el primer domingo de octubre (día de la Virgen del Rosario en aquel tiempo), al toque de las campanas en el Templo de Santo Domingo, se disparara un salva de artillería en la plaza.
Según Fray Juan Rodríguez Cabal, OP, en el Archivo Eclesiástico del Arzobispado existe un documento del 30 de septiembre de 1843 en el que se expresa que la Virgen del Rosario fue declarada por Carrera "Patrona de todas las almas del Estado," lo cual puede ser un error de escritura pues en el Archivo General de Centro América, se conserva otro documento, lleno de tachones, en el que se indica que ella es Patrona del Ejército, es decir, Patrona de Armas, no Almas.
Con toda certeza el patronazgo es sobre las armas, considerando que está advocación es fruto de la batalla de Lepanto (1571), en donde la Iglesia Católica obtuvo la victoria gracias a la Virgen de Guadalupe. Por otra parte, en 1855, en el mandato de Rafael Carrera, la Arquidiócesis reiteró a la Inmaculada por Patrona Principal de la República, según documentos de la época. La Virgen del Rosario comparte su patronazgo de armas con Jesús de la Merced, Jesús del Portal y la Virgen de los Pobres.
Investigación y fotografías:
Don José Barillas, Pbro.